Presentamos buenas prácticas en el Congreso autonómico “Mí Casa”
ASPRONIS cuenta con 5 personas en dos viviendas
Esta mañana Dincat ha celebrado el Congreso autonómico del proyecto “Mí Casa: una vida en comunidad” con el objetivo de presentar los buenos resultados del proyecto en Cataluña. También ha puesto sobre la mesa la reivindicación de vivir en comunidad, de forma independiente y con los apoyos necesarios, efectos muy positivos para las personas con discapacidad intelectual. La Fundación ASPRONIS ha participado en el Congreso como ejemplo de buenas prácticas. Por un lado, se ha contado con un familiar que ha dado su testigo sobre cómo ha visto cambiar y mejorar la vida de su hijo. También se ha proyectado un video en que 3 personas nos abren las puertas de casa suya y nos muestran cómo han transformado sus vidas desde que viven bajo el paraguas del proyecto.
ASPRONIS cuenta con 5 personas que viven en dos viviendas del proyecto “Mí Casa”. Todas han decidido de manera activa todo lo que han necesitado al iniciar el proyecto para vivir de acuerdo con sus deseos: compra de muebles y menaje del hogar, emprender actividades que no veían posibles o difíciles de lograr en el entorno institucionalizado, apoderar su autonomía, incidir en la mejora de la accesibilidad y de la participación en el entorno comunitario, etc.
El Congreso ha contado con testigos de varias entidades y ha reunido más de 300 personas en el Cosmocaixa de Barcelona entre personas atendidas, profesionales, familiares y personal de la administración. El secretario general de Derechos Sociales, Raúl Moreno, ha asegurado la continuidad del proyecto de manera experimental y la voluntad de incluirlo en la Cartera de Servicios en 2027. También han asistido los Servicios Territoriales del Departamento a Girona y miembros del equipo directivo de Plena Inclusión.
El programa “Mí Casa”, de tres años de duración (2022-24), está financiado a través de los fondos Next Generation de la Unión Europea, y tiene como objetivo favorecer la desinstitucionalización y la prevención de la institucionalización de las personas con discapacidad. Después de más de dos años y medio de implantación en Cataluña, participan en el programa 9 entidades, 23 viviendas piloto y 88 personas con discapacidad intelectual. El proyecto supone la evidencia que es posible el proceso de desinstitucionalización y que hay que encontrar modalidades de apoyo y perfiles profesionales con la formación adecuada para hacerlo posible.
